Verdad Escrita. |17|05|2024|
Lo que era una denuncia y especulación hace unos días finalmente se confirmó. Líderes de tres fuerzas opositoras, dos de ellas fragmentadas y una en proceso de repunte, se reunieron en Washington-Estados Unidos entre el 20 y 24 de abril, para hablar de unidad y hacerle frente al Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones presidenciales de 2025. Eso sí, descartaron un “pacto secreto” como lo dio a conocer el analista político Ronald Mac lean.
Este encuentro se dio durante un seminario que se desarrolló en Estados Unidos bajo el tema “Democracia y Derechos Humanos en la región y en Bolivia”, que fue organizada por la Fundación Jucumari que tiene sede en el país del norte. En este taller participó el diputado de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Alarcón, Samuel Doria Medina que representa a Unidad Nacional (UN), Zvonko Matkovic y Efraín Suárez, vicepresidente de Creemos, leales a Luis Fernando Camacho.
Matkovic confirmó tal encuentro y remató que no será la primera ni la última conversación que sostendrán con los representantes de oposición que “quieran buscar una oposición real al gobierno del MAS”. Sin embargo, no pasó desapercibida la ausencia del expresidente Jorge Tuto Quiroga y del alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa.
«Estas reuniones serán permanentes y con todos los actores que quieran buscar una oposición real al gobierno del MAS. Absolutamente, nosotros estamos trabajando y entendemos que la única salida para este país es a través de un proyecto de unidad, hay que construirla y trabajarla en todos los ámbitos posibles», sostuvo Zvonko.
Esta búsqueda de unidad de la oposición se da en un contexto en que Creemos, Comunidad Ciudadana (CC) atraviesan una división de sus aliados y parlamentarios.
Esta búsqueda de unidad de la oposición se da en un contexto en que Creemos, Comunidad Ciudadana (CC) atraviesan una división de sus aliados y parlamentarios.
En tanto que Unidad Nacional aparece nuevamente en el escenario político, con un Doria Medina ya no como jefe del partido sino como militante.
Fuente: El Deber