
VERDAD ESCRITA. |02/06/2025|
Más de 50 millones de personas acudirán este martes a las urnas en Corea del Sur para votar en el marco de unas elecciones presidenciales anticipadas propiciadas por la que es ya la peor crisis política en décadas, y que alcanzó su punto más álgido el pasado mes de diciembre con la aprobación de la polémica ley marcial.
Esta nueva cita electoral es vista por muchos como una posibilidad de romper el bloqueo institucional derivado de la dicotomía que representa contar con un Parlamento controlado por la oposición frente a una jefatura de Estado de signo político contrario. Es precisamente este ‘impasse’ el que supone una de las grandes preocupaciones del electorado surcoreano, que teme un debilitamiento del país en un momento de grandes desafíos internacionales.
Con el objetivo de restablecer al fin la calma tras el torbellino político desatado por el expresidente Yoon Suk Yeol, que se ha convertido en el segundo jefe de Estado en ser destituido del cargo y hace frente ahora a cargos por insurrección y abuso de poder, estas elecciones presidenciales concentran toda la tensión devenida durante los últimos meses.
Inés Arco, investigadora del CIDOB especializada en Asia Oriental y política china, ha alertado de que la situación «ha hecho visibles unas fracturas internas significativas» en el seno del gubernamental Partido del Poder Popular (PPP), lo que «pone en tela de juicio los fundamentos de la formación».
«Se sabe que hay facciones y divisiones internas en muchos casos relacionadas con la función de Yoon. Hay una parte del partido que lo sigue apoyando y lo apoyó durante la moción de destitución, mientras que otra parte quiere marcar distancia», ha explicado en declaraciones a Europa Press.
Fuente: Europa Press Internacional