Ministro reporta caída del 50% en producción aurífera por la falta de combustibles

Alejandro Santos, ministro de Minería y Metalurgia, en conferencia de prensa. | APG

Verdad Escrita. |10/04/2025|

La industria minera del oro en Bolivia atraviesa una grave crisis por la escasez de combustible, que ha reducido la producción en un 50% en las últimas semanas. El ministro de Minería y Metalurgia, Alejandro Santos, confirmó que empresas estatales, privadas y cooperativas se han visto afectadas por la falta de diésel y gasolina, esenciales para operar maquinaria pesada y trasladar materiales en las zonas de extracción.

“El problema del combustible ha golpeado a todos los centros mineros. La producción bajó a la mitad, pero trabajamos para subirla al 80% y luego al 100%”, aseguró Santos en una conferencia de prensa. El ministro reconoció la gravedad de la situación y prometió soluciones para normalizar las operaciones.

La Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin) dio un ultimátum al gobierno: si el suministro de combustible no se restablece antes del 19 de marzo, iniciarán protestas. En respuesta, Santos convocó a una reunión con representantes de Fencomin para buscar salidas conjuntas a la crisis.

La escasez de combustible trasciende el sector minero. Transportistas también han alzado la voz contra el gobierno de Luis Arce, protagonizando movilizaciones en varias regiones del país. Las largas filas en las estaciones de servicio evidencian un desabastecimiento que agrava el descontento social.

Medidas del gobierno

Para mitigar la crisis, el gobierno anunció la entrega de 27 millones de litros de diésel a productores de Beni y Santa Cruz, enfocados en la “cosecha grande”. Sin embargo, estas medidas han sido calificadas de insuficientes por sectores que exigen respuestas más rápidas y efectivas.

La caída en la producción aurífera tiene un impacto económico directo en Bolivia, donde la minería es pilar de ingresos y empleo. Las regalías del sector sostienen buena parte de los presupuestos de los gobiernos autónomos, por lo que la menor actividad extractiva pone en riesgo las finanzas públicas.

El ministro de Minería subrayó la necesidad de transparencia y diálogo: “No puedo mentir al pueblo ni a mis compañeros de base. Sabemos que hemos pasado un mal momento con el combustible, pero estamos comprometidos a resolverlo”. La coordinación entre el gobierno y los actores involucrados será clave para superar la crisis y evitar mayores pérdidas económicas y sociales.

Fuente: Los Tiempos

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