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Verdad Escrita. |17/02/2025|
La producción de gas natural y petróleo ha caído a niveles alarmantes en los últimos 11 años y no se prevé que esta situación vaya a cambiar en los próximos años debido a la declinación en los campos hidrocarburíferos.
La Razón hizo un análisis de los datos publicados en el sitio web del Instituto Nacional de Estadística (INE) y pudo evidenciar que la caída es sostenida desde 2015, un año después de que se registrará un récord histórico de producción.
La información preliminar de la oficina estatal muestra que, en 2014, la producción de petróleo y condensado fue de 18,6 millones de barriles, pero en casi 11 años cayó en 62,4%. Entre enero y noviembre de 2024, Bolivia produjo 7,0 millones de barriles. (Ver infografía).
Ese mismo año (2014), se registró una producción de 22.188 millones de metros cúbicos de gas y entre enero y noviembre de 2024 esta cifra mermó en 50,6% y se anotó una producción de 10.962 millones de metros Cúbicos.
El país, actualmente, solo produce el 15% de diésel y el 30% de la gasolina que consume.
Bolivia, en sus mejores tiempos, producía más del 85% de carburantes y solo importaba un 15%. Ahora, la situación se volcó.
La causa fue el agotamiento de los pozos petroleros y la falta de exploración de nuevos yacimientos. La disminución de ambos recursos estratégicos de Bolivia generó la caída de las exportaciones de hidrocarburos y en consecuencia un menor ingreso de divisas.
PROYECTO DE LEY
En ese marco, y con el objetivo de fortalecer la reactivación del sector de hidrocarburos, generando las condiciones necesarias para captar inversiones en el corto plazo, el Gobierno presentó en noviembre de 2024 un proyecto de ley de modificación de la Ley 767, que fue remitida a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su discusión y aprobación.
“Estamos creando una oportunidad muy grande para atraer capital extranjero que permita incrementar la producción de hidrocarburos y reducir la dependencia de importaciones, lo que beneficiará a toda la economía nacional”, informó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, quien detalló los alcances de la norma.
La autoridad se refirió a los esfuerzos estructurales del Gobierno para abordar los desafíos del sector hidrocarburífero en Bolivia, destacando la importancia para que se apruebe este proyecto de ley que regula los incentivos a la exploración y explotación de hidrocarburos en el país.
Gallardo señaló que la modificación de la Ley 767 es un paso fundamental para solucionar la actual baja producción de hidrocarburos, que ha llevado a Bolivia a depender de importaciones para satisfacer la demanda interna.
Asimismo, la autoridad aclaró que “este proyecto de ley ha sido trabajado de manera consensuada con todos los sectores involucrados, buscando no solo aumentar la producción interna, sino también abrir nuevas oportunidades para la inversión extranjera”.
Entre los actores involucrados figuran empresas clave como Repsol, Petrobras, Total Energies, YPFB Chaco y otras, quienes destacaron el trabajo coordinado entre el ministerio y el sector privado.
PLAN DE REACTIVACIÓN DEL UPSTREAM
Paralelamente a estas acciones, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos puso en marcha en julio de 2021 el Plan de Reactivación del Upstream (PRU), con el objetivo de realizar inversiones en la exploración y explotación de gas y petróleo en el país.
Producto de este trabajo, en julio de 2024, el presidente Luis Arce reveló el hallazgo de 1,7 Trillones de Pies Cúbicos (TCF por su sigla en inglés) de gas natural en el campo Mayaya, ubicado en la provincia Caranavi de La Paz.
Con el hallazgo, luego de la perforación del pozo Mayaya Centro-X1 Investigación Estratigráfica (MYC-X1 IE), éste se convierte en el tercer mayor campo productor de hidrocarburos del país y en el primero del departamento de La Paz.
Arce anunció en esa oportunidad que el proyecto contempla el desarrollo inicial de tres pozos y la construcción del ducto de interconexión para la producción de hasta 10 millones de metros cúbicos (MMm3) de gas natural y de 500 a 1.000 barriles de petróleo por día.
Fuente: La Razón