Verdad Escrita. |30/01/2025|
La tormenta registrada la noche del martes 28 de enero provocó el desborde del río Camacho, afectando a comunidades de las provincias Avilés y Arce. El cálculo preliminar apunta a un centenar de familias afectadas, unas 80 viviendas dañadas, así como un 30 por ciento de la producción agrícola. Los municipios cuantifican las pérdidas para la declaratoria de emergencia.
Inicialmente se sospechó la desaparición de una persona, pero la información fue descartada. De momento no existen daños personales, pero llaman a precautelar la seguridad de quienes viven en la zona, porque las lluvias persistirán posiblemente hasta el 31 de enero.
El director departamental de Gestión Ambiental de Riesgos y Cambio Climático, Reiner Figueroa, reportó que la emergencia inició a las 19:00 horas del martes en las comunidades de El Mollar, Chaguaya y San José de Chaguaya.
Luego se reportaron daños en otras zonas, tanto de Uriondo como de Padcaya. Por ejemplo, en Colón Norte cerca de 50 familias sufrieron la pérdida de sus cultivos o afectación a sus casas. Cuatro viviendas fueron completamente arrasadas.
Aclaró que el martes por la noche se sospechaba de la desaparición de un hombre, de quien sus familiares no tenían información. Sin embargo, el equipo de primera respuesta acudió la madrugada de este miércoles y constató que la persona se había puesto a buen resguardo.
El subgobernador de Uriondo, Edilberto Panique, mencionó que el desborde afectó a ambos márgenes desde Calamuchita hasta La Angostura, incluso afectando la estructura de puentes.
“Estamos haciendo lo que podemos con la maquinaria que tenemos (…) Terreno que era sembradía ahora es playa”, dijo, al apuntar que con las primeras intervenciones se logró evitar un mayor avance del lecho del río.
La Asociación de Municipios de Tarija (AMT) reportó que está en marcha la etapa de cuantificación de las pérdidas para que las alcaldías emitan la declaratoria de emergencia. Dependiendo del daño se requerirá la asistencia de la Gobernación o del nivel central.
Fuente: El País