Verdad Escrita. |30|10|2024|
La crisis económica y política por la que atraviesa Bolivia en los últimos meses se ha ahondado significativamente, dejando al gobierno de Luis Arce en una posición precaria y demostrando su falta de capacidad para ejecutar una respuesta efectiva.
La economía ahora enfrenta serios desafíos. La falta de combustible y otros recursos esenciales ha generado descontento entre la población. Las políticas implementadas por el Gobierno no han logrado mitigar estos problemas, lo que ha llevado a una creciente percepción de incapacidad para encarar la crisis.
El bloqueo de caminos que ayer cumplió su decimosexto día y ha dejado aislado del resto del país al departamento de Cochabamba, situación que repercute en el encarecimiento de alimentos como el pollo, cuyo precio por kilo en Santa Cruz está en 12 bolivianos y en La Paz oscila entre los Bs 23 y los Bs 24,50 por kilo.
A esto se suma la escasez de arroz, azúcar, aceite, verduras que en tiendas y mercados prácticamente han desaparecido y si se los encuentra su costo es muy elevado.
Por otro lado, la falta de combustible se agudiza a diario y con más fuerza en las ciudades del eje central del país, donde las filas de motorizados son interminables, lo que derivó en el incremento del precio de los pasajes, debido a que los conductores del transporte público ponen como excusa que ahora adquieren gasolina a Bs 6.80.
Con relación a la falta de gasolina y diésel, la Capitanía del Puerto de Arica confirmó que hace varias semanas, tres buques no descargan carburantes que tienen como destino final Bolivia.
El verdadero motivo de que los buques se mantengan en el puerto es la falta de dólares del Gobierno para cancelar el importe que representa esta importación.
Lo que llama la atención y genera cuestionamientos en la ciudadanía es que en los 18 años en el poder, el Movimiento al Socialismo (MAS) tuvo en sus manos más de 55 mil millones de dólares, ahora Bolivia está en crisis.
A lo anterior se suma la escalada de la violencia política con incidentes, como el supuesto atentado sufrido por Evo Morales y el reciente intento de golpe de Estado por parte de un excomandante del Ejército.
Las protestas y manifestaciones se han vuelto más frecuentes y violentas, reflejando el descontento generalizado. La falta de diálogo y la represión de las protestas han exacerbado la situación, creando un ambiente de inestabilidad y temor.
El sistema judicial y la corrupción son otros factores que agravan la crisis. Las denuncias de corrupción dentro del Gobierno y la percepción de un sistema judicial parcial han minado la confianza en las instituciones del país. La falta de transparencia y la impunidad han generado una sensación de desesperanza entre los ciudadanos.
La comunidad internacional también expresó su preocupación, a través de organizaciones como la OEA y la ONU han instado al Gobierno que tome medidas para restaurar la paz y la estabilidad. Sin embargo, las respuestas son insuficientes y la mayoría de las veces tardías.
Fuente: El Diario – Decano de la Prensa Nacional