Verdad Escrita. |2|10|2024|
La Policía de Yacuiba reportó este martes el deceso de una niña de tres años, luego de electrocutarse con un cable suelto y sufrir quemaduras a nivel externo e interno, lo que afectó sus órganos. Aunque familiares y vecinos trataron de salvar su vida, cuando llegaron al centro médico ya no tenía signos vitales y no lograron reanimarla.
Según el reporte, la abuela de la menor quiso levantarla, pero ella también recibió una descarga y la corriente la expulsó.
El director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel José Luis Zenteno, explicó que los médicos del Hospital Rubén Zelaya alertaron el lunes por la tarde sobre la llegada de la niña ya sin vida.
Este hecho se registró al promediar las 14:30 horas en la comunidad chaqueña de Campo Grande, en casa de la abuela que en ese momento estaba lavando la ropa mientras su nieta jugaba.
“La mujer escuchó un grito y cuando se acercó a ver lo que había pasado, vio que la menor estaba tendida en el suelo. Cuando se acercó para levantarla, la corriente también la alcanzó y la echó para atrás”, señaló.
Al ponerse en pie la abuela se percató había un pequeño cable insertado en uno de los interruptores y la niña lo había tocado.
De inmediato pidió auxilio a sus vecinos y ellos las trasladaron al nosocomio lo más rápido que pudieron. Sin embargo, al llegar ya no tenía signos vitales.
Zenteno explicó que el cadáver fue llevado a la morgue para realizar la autopsia correspondiente. Una primera revisión externa estableció quemaduras de segundo y tercer grado, luego la autopsia constató daños en los órganos internos y definió que se trató de una muerte accidental por electrocución.
Tras la autopsia se pudo evidenciar que la menor presentaba quemaduras de segundo y tercer grado, típicas de electrocución, además de quemaduras en los órganos internos.
La autoridad apuntó que la abuela no sufrió lesiones de gravedad y, al tratarse de un accidente, los restos de su nieta fueron entregados para que su familia pueda velarla y enterrarla.
Fuente: El País – Bolivia