Verdad Escrita. |03|06|2024|
Autoridades de la Subcentral de Tolomosa informaron que cabañeros que están alrededor del lago San Jacinto de la ciudad de Tarija están levantando estructuras sin ningún tipo de regulación, violando normativas y, lo que es más grave, vertiendo sus aguas servidas directamente al lago.
De acuerdo a la información brindada al diario El País, cerca de la cascada de agua de la represa de San Jacinto las construcciones avanzan en horas nocturnas. «No estamos en contra de las construcciones, pero pedimos que se hagan dentro de la normativa establecida. Al ser construcciones grandes con cimientos y columnas dentro del lago, corren el riesgo de desplomarse y causar un accidente en el futuro», señalaron las autoridades locales.
Además, se ha constatado que muchas de estas construcciones que están a orillas del Lago no cuentan con sistemas adecuados de tratamiento de aguas residuales, lo cual pone en riesgo la salud ambiental del lago. Aunque algunos cabañeros aseguran tener pozos sépticos, desde la Subcentral se ha informado que la mayoría no dispone de tales instalaciones y vierten sus aguas residuales directamente al lago. «En época de lluvia, cuando desaguan el pozo, esto se va al lago», agregaron.
Las autoridades locales ya han puesto en conocimiento de esta situación al Gerente de San Jacinto, así como a la Gobernación y al Municipio, sin obtener respuestas concretas hasta el momento. Cabe recordar que en 2023, el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y funcionarios de la Gobernación de Tarija realizaron una inspección a las cabañas alrededor del lago San Jacinto. Tras la evaluación, se corroboró la existencia de estructuras clandestinas, y se anunció su demolición, aunque esta medida no prosperó.
«No hay agua potable en la zona, sacan agua del mismo lago y luego la devuelven contaminada. Esto es un riesgo para la salud pública, con posibles enfermedades que pueden surgir», explicaron. La falta de agua potable y alcantarillado en la zona es una preocupación constante que requiere atención urgente y que habría generado una disminución en la llegada de turistas a la zona.
Otra situación que también estaría afectando es que en marzo de la presente gestión, la Intendencia Municipal de Tarija clausuró todos los locales y cabañas que operan en la zona del lago San Jacinto debido a la falta de licencias de funcionamiento y algunos problemas de inocuidad alimentaria en algunos establecimientos. Esta acción ha tenido un impacto notable en el turismo local, que ha visto una disminución en la afluencia de visitantes debido a los incidentes de clausura.
Los locales y restaurantes instalados a orillas de la represa de San Jacinto se dedican principalmente a la venta de alimentos provenientes del lago, como peces y cangrejos, así como comida típica, atrayendo a cientos de turistas cada mes a Tarija y a la zona. La continuidad de estas actividades depende en gran medida de la regulación y manejo adecuado del entorno, garantizando tanto la seguridad de las construcciones como la salubridad del agua del lago.
Las autoridades de la Subcentral de Tolomosa piden a la Gobernación y al Municipio de Tarija adoptar medidas concretas y efectivas para la implementación de un sistema de alcantarillado adecuado y la regulación estricta de las construcciones a fin de preservar el medio ambiente y asegurar el desarrollo sostenible del turismo en la región.
Otro de los aspectos que de un tiempo a esta parte se ha tornado en un problema en la zona, es la falta de accesos, ya que el embotellamiento vehicular es una constante los fines de semana.
Movimientos de tierra amenazan la represa San Jacinto
Al margen de la contaminación que se genera en la represa de San Jacinto por parte de quienes tienen sus locales de comida, otro de los factores que ha generado preocupación en autoridades de la Gobernación, son los constantes movimientos de tierra que se dan en la cabecera de este afluente, lo que con las lluvias acarrea sedimentación y disminuye la capacidad de retención de volúmenes de agua.
Uno de los más recientes operativos que se realizó, fue en el mes de marzo, en donde se paralizó los trabajos de maquinaria pesada que estaban realizando una nivelación de terrenos, con el objetivo de lotear ese espacio.
Fuente: El País – Bolivia